Por LEO KRITTERSON, Equity Partner de LERSON GROUP
El empresario se pregunta cómo reaccionar y minimizar daños, como hacer crecer la empresa, que productos o servicios debe seguir haciendo o cuales debe cambiar, como relacionarse con la tecnología y finalmente cuál es hoy su propósito e identidad. De igual forma, si esta por emprender algo nuevo, se pregunta que hacer, como hacerlo, con que recursos, con que personas. Como observamos las preguntas pudieran ser siempre las mismas pero lo que definitivamente cambio y es diferente es como hallar las respuestas y las respuestas que hallamos.
La complejidad de la era post-covid y la comprensión del impacto acelerador del tiempo nos lleva, a comienzos de este nuevo año 2022, a repensar la mirada sobre conceptos que deben ser replanteados si queremos sostenernos y crecer empresarialmente.
En primer lugar, dicha complejidad abarca la inclusión de saberes y ciencias a multinivel para explicar y mirar los fenómenos relativos de las fuerzas que operan en el contexto empresario y sus emprendedores.
Repensar entonces que es una empresa hoy, significa incluir en la mirada tradicional de recursos tecnológicos, económicos, financieros y humanos, que fuerzas están operando a nivel de mercados, sociales, individuales, conductuales, energéticos, medioambientales y sobre que se está modulando la existencia humana y cual es hoy el vector de valor.
Esa inclusión de saberes nos propone relacionar la generación de flujos de fondo con la física, con la energía, con la psicología, con la sociología, con la antropología, con el espacio/tiempo y con las neurociencias entre otros. Comprender esta necesidad es el primer paso hacia la transformación del empresario y de la empresa. Desconocer esta necesidad nos alejara cada vez más de la actual onda expansiva hasta llevarnos a la extinción empresaria.
Si nos encontramos en la situación de tener que reinventar nuestra empresa o crear una desde cero o una nueva unidad de negocios, en ambos casos operan hoy fuerzas similares. Le pediremos a la física y la química que nos ayuden a comprenderlo. Hoy, gestión de transformación de negocios y creación de un negocio que parte desde cero desde una idea, es necesario mirarlo como un proceso alquímico, pues transformar una idea, campo mental/energético en una realidad concreta, campo material, es un proceso de alquimia empresaria.
En el siglo XX bastaba con orientar recursos económicos, reunir los recursos humanos, definir la gestión y seguir los postulados del marketing y salir al mercado a captar participación de mercado. Hoy, en la segunda década del siglo XXI, esto es definitivamente insuficiente. Parece lo mismo, pero no lo es.
Para lograr la alquimia, debemos incluir la percepción del campo energético que nos rodea, (transformación limpia de formas de energías), la centralidad del recurso humano en la potencialidad de su “cerebro”, la concepción de la existencia en red y que somos “con los otros”, la captación de grupo de pertenencia de nuevas necesidades colectivas (Neuro Marketing) versus intentar imponer nuevas necesidades ( Marketing Tradicional), la inclusión de tecnología como inteligencia artificial, robótica, minería de datos, todo integrado con la creatividad como aporte del cerebro humano, (Neurociencias cognitivas aplicadas integrando tecnología), derribar el mito maquinas o recurso humano, el camino hoy es recurso humano creando apoyado en la tecnología en sus múltiples formas, y finalmente integrar el mundo virtual con el mundo físico, y el mundo físico con el virtual. Vamos hacia una existencia dual virtual y física. Nuestros cuerpos conectados con el mundo físico y nuestro cerebro conectado con el mundo virtual o etéreo. Lo mismo para las empresas, debemos conectarlas en ambos mundos.
Entonces debemos entrenar al empresario y a los responsables de gestión, en la capacidad de alquimizar la realidad. La primera pregunta debería mutar de la tradicional Que puedo hacer y con qué? a la pregunta que hoy debiéramos formular, que puedo Crear y como generar Valor que aporte a la red? La generación de Valor será el centro de gravedad que atraiga los recursos que se necesiten, no al revés. Este es el comienzo del proceso de alquimia empresaria.