Por LEO KRITTERSON, Equity Partner de LERSON GROUP
Recientemente hemos hecho un aporte a la industria de la Higiene y considero que muchos de esos aportes son aplicables a todo tipo de industria y a todo tipo de empresas. Circularé algunos de esos aportes re-orientándolos al mundo empresario en general.
Intentemos describir lo que estamos viviendo. Estamos viviendo procesos de integración a multinivel, un cambio de paradigma profundo, y estando en los comienzos del tercer milenio vamos a un salto evolutivo que está dando inicio a “un nuevo ser humano”. Podríamos ensayar la hipótesis que es un nuevo tiempo Darwiniano pasando del “Homo Factorem” al “Homo Creator”, del hombre “hacedor” al hombre “creador”, que implica una nueva dimensión humana y posible, apalancado en la tecnología. El trabajo del “hombre hacedor” es diferente al trabajo del “hombre creador”. Entonces, la tecnología, las máquinas, los ciborgs y robótica están reemplazando el trabajo del “hombre hacedor”.
Ahora, así como el hombre se está replanteando a sí mismo, producto del impacto del COVID y post Pandemia, las organizaciones también se están replanteando la nueva identidad, entonces, las primeras preguntas podrían ser: ¿Qué es la empresa hoy? ¿Qué es el trabajo hoy? ¿Cuál es el activo más valioso hoy?
La respuesta está en proceso, lo que sí sabemos es que debemos abordar todas estas preguntas al mismo tiempo porque las respuestas están relacionadas una con la otra. Entonces para empezar a visualizar hacia dónde va la empresa intentemos comprender primero hacia dónde vamos y que estamos viviendo como especie.
Comprendiendo el impacto a multinivel en el mundo y cuál es el proceso de aceleración que estamos viviendo, intentaremos comprender la evolución de la empresa integrada al mundo y sus procesos.
Ahora veamos qué pasa con el recurso humano en todo este movimiento. La mutación de la valoración nos centra en que el activo más valioso que tienen hoy las empresas en todo este ciclo es “el cerebro” y sus relaciones con el “proceso creativo”.
Entonces, comprender, entrenar y potenciar las capacidades cognitivas y epigenéticas de nuestro cerebro será el nuevo campo competitivo. En esta dirección están hoy las principales empresas en el mundo redirigiendo el entrenamiento de los recursos humanos orientándose al entrenamiento cerebral.
En algunos sectores de Silicon Valley utilizan micro estimulantes químicos para activar la glándula pineal y aumentar la creación de nuevas redes neuronales en el cerebro y nuevas conexiones entre los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro.
También debemos comprender que estamos en un proceso, por lo tanto, la velocidad de transición llevará un tiempo colectivo y un tiempo particular en cada región. Entonces el presente de las empresas nos expone a nuevos desafíos, que incluye integrar el hombre con la tecnología, el trabajo con la vida, lo que hacemos y el cuidado del medio ambiente, configurando estos elementos los insumos esenciales de la transformación de las empresas.
Adicionalmente, esa nueva identidad está asociada con un nuevo propósito, que sumado a la rentabilidad para los accionistas debemos definir un aporte, sin recibir nada a cambio, que ayuda a sostener y nutrir la red más amplia a la que pertenece la empresa. La aceptación de la existencia en red y su relación con el medio ambiente y su cuidado y sostenimiento formarán parte del nuevo propósito de las empresas centradas en la creatividad de sus recursos humanos.
Las empresas que estamos construyendo, según estos nuevos paradigmas, re-orientarán definitivamente el rol del trabajo humano en la empresa: el ser humano “siendo creando”, la tecnología “haciendo”.